El despertador da a entender que este domingo algo cambia. La pereza de levantarse mas bien tarde en uno normal hoy se ha convertido en diferente, en particular para veintidós jovencitos que inician un pequeño periplo por tierras inglesas. A las 5 de la mañana en el aeropuerto de Girona se aprecia sueño en alguna cara, sobre todo en la de quien el sábado noche asistía al concierto de Justin Bieber, aun así le quedan fuerzas en el trayecto de Bristol a Cheltenham para “incordiar” al fran que tiene ganas de echarse una cabezadita en el bus. Pero …, “just a moment”; no me iba a dejar lo mejor sin contar.
Besos, abrazos, despedidas a papis y “novietes” y subida a control de pasaportes. Flipe general cuando hacen descalzar a todos menos a mí (pa algo soy el jefe de la tribu!). Las chicas que empiezan a pasar por la puerta detectora de sabe Dios qué y la poli de turno que empieza a hacer poner a todas con los brazos en cruz y a cachear. Me pregunto si alguna se llevaba escondido el hámster en la barriga. Para desgracia de algun@ zumos, aguas, y, como no, los desodorantes de más de 100 mil van al contenedor de lo no permitido. Y pa esto me lo había traído!! Apuesto a que esta noche, cuando cierren el quiosco, se lo rifan todo!
Aún no hemos llegado a la puerta de embarque y oigo voces de que uno a perdido el DNI. La mejor ocurrencia de otro es: “pero tiene pasaporte”. Ok, Sherlock Holmes. Veamos los pasos realizados. Al despistado sujeto le hago reflexionar y después de 150 m a lo Usain Bolt adivina que una “cosa” en el suelo es su DNI. ¡Elemental, mi querido Watson!
El despegue del pájaro causa más de una sensación a algun@, incluso hay primerizos en esto de volar. Sin embargo la caña fue el aterrizaje. Los gritos de alguna debieron oírlos hasta en cabina. Claro que era comprensible. Al piloto debieron darle el carné la semana pasada y aún no controlaba bien eso de poner las ruedas con suavidad sobre la pista. Ya estamos acostumbrados a las emociones fuertes con Ryanair. Y a las 7:45 éramos recibidos en Bristol con las cornetas del 5º de caballería, cortesía del comandante. Ciertamente estábamos ya en Inglaterra. Sales del avión y los chicos comienzan a abrir paraguas. Y es que encima era agua nieve. De todos modos ahora son las 12:30 y hasta se ha visto algún que otro rayo de sol sobre Cheltenham, eso sí, tímidamente.
Bueno, ya en destino, y Duncan Hamshere, el director del departamento internacional, haciendo de anfitrión. Pronto llegan las familias y cada uno a su casa. Por delante un día de relax y de conocer a tus “papis”. Por cierto, los míos son muy habladores. Además en la casa hay una estudiante japonesa, pero a ésta le cuesta más lo de charrar. Pero más allá de mí, todos están bien. He visto ilusión en las caras de todos y mañana será un día grande para ellos. Pero sobre él os hablaré mañana.
Que descanséis y paséis todos un feliz domingo.